Durante la semana del 10 al 14 de julio tuvo lugar en Valencia un curso ofertado por la Universidad Menendez y Pelayo sobre cine de tema histórico. En concreto abordaba el mundo antiguo y el medieval.
Los conferenciantes y los temas tratados fueron de lo más variado y recorrimos inmensos espacios desde el Antiguo Egipto hasta la época del Cid, pasando por supuesto por los momentos que no son más conocidos, la historia de la Grecia y Roma clásicas.
Poco a poco dedicaré espacio del blog a dejar constancia de lo más interesante que escuchamos y aprendimos. Como introducción sirva un resumen de lo que fue la última conferencia titulada "El mito y las películas" y que desarrolló Manuel Matji (guionista de cine, entre otras cosas).
El conferenciante nos dio una visión poética del cine como experiencia próxima al mundo de los sueños. En ambas "pseudo-realidades" vemos aquello que no se ciñe a nuestra racionalidad. Los sueños serían como películas en las que aparecen unos "actores" que no responden necesariamente a nuestro sentido de la lógica y a los que no podemos guiar de acuerdo a nuestro gusto o voluntad.
Matji se preguntaba por qué en una película como la de Troya , transgrediendo la historia que conocemos , Briseida asesina a Agamenon. Y respondía diciendo que para el espectador esa acción improbable es la culminación de un hecho plausible, por el hecho de la eliminación de un "malo" por parte de una víctima de su maldad.
Al optar por este desarrollo de la acción (el asesinato de Agamenon) el guionista comete un auténtico "sacrilegio" porque elimina la posibilidad de la leyenda e historia unidas al regreso del rey a su patria y la saga siguiente de la Orestíada.
La ahistoricidad es tan justificable como la realidad de los sueños que emergen de nuestra mente sin controles racionales y en los que no podemos interferir.
Se puede decir, opina Matji, que existe la verdad histórico-poética de la obra escrita (el poema épico o cualquier novela histórica) y su adaptación cinematográfica.
El conferenciante nos dio una visión poética del cine como experiencia próxima al mundo de los sueños. En ambas "pseudo-realidades" vemos aquello que no se ciñe a nuestra racionalidad. Los sueños serían como películas en las que aparecen unos "actores" que no responden necesariamente a nuestro sentido de la lógica y a los que no podemos guiar de acuerdo a nuestro gusto o voluntad.
Matji se preguntaba por qué en una película como la de Troya , transgrediendo la historia que conocemos , Briseida asesina a Agamenon. Y respondía diciendo que para el espectador esa acción improbable es la culminación de un hecho plausible, por el hecho de la eliminación de un "malo" por parte de una víctima de su maldad.
Al optar por este desarrollo de la acción (el asesinato de Agamenon) el guionista comete un auténtico "sacrilegio" porque elimina la posibilidad de la leyenda e historia unidas al regreso del rey a su patria y la saga siguiente de la Orestíada.
La ahistoricidad es tan justificable como la realidad de los sueños que emergen de nuestra mente sin controles racionales y en los que no podemos interferir.
Se puede decir, opina Matji, que existe la verdad histórico-poética de la obra escrita (el poema épico o cualquier novela histórica) y su adaptación cinematográfica.
1 comentario:
Ya veo que has vuelto a la actividad tras tu paréntesis playero. Un saludo.
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