Distribución de la vil.la: la zona descubierta hasta ahora se corresponde a la parte central de una "villa rustica", que se se configura alrededor de un patio central porticado, de planta casi rectangular de unos 24 metros de lado; en el centro de este patio se encuentra el "impluvium", con forma circular y de unos 7´6 metros de diámetro, el cual almacenaba las aguas por una canalización situada al sud-oeste.
En la zona nordeste se encuentra el hipocausto, que calentaba diversas habitaciones, entre ellas, una pavimentada con mosaico de teselas rectangulares blancas y negras.
En la zona sudeste se encuentra otra habitación también pavimentada con mosaico de teselas cúbicas, blancas y negras, que formaban motivos geométricos. En las zonas con mosaicos las habitaciones son de mayores dimensiones que el resto, lo que hace pensar que formaban parte del área residencial de la vil.la.
En la zona nordeste debían estar situadas las estancias para alojamiento de esclavos y la industria doméstica; en esta zona las habitaciones son más pequeñas.
Por desgracia de los dos mosaicos encontrados, uno debe darse por perdido y el otro se reconstruyó en los años sesenta con un resultado bastante decepcionante.
En la zona que está sin excavar se encontraron en el año 1987 tres teselas de pasta vitrea y color azul, indicio de un posible tercer mosaico. Si se confirmara esta hipótesis se trataría de un mosaico policromado.
En cuanto a la datación del yacimiento y por los materiales obtenidos en las dos excavaciones efectuadas, se puede afirmar que el origen de la vil.la de Benicató hay que situarlo en la segunda mitad del siglo I a.C. y que tuvo un gran crecimiento durante la época de Augusto y el resto de la primera centuria de nuestra Era. La vil.la llegó a su máximo desarrollo durante la segunda mitad del siglo II d.C. hasta principios del siglo III, a finales de ese siglo entró en decadencia aunque su existencia llegó hasta finales del siglo IV, cuando fue abandonada.
Y parece que el sino de Benicató es el abandono porque después de las dos excavaciones y a sabiendas de que queda vil.la por descubrir, nadie inicia la que podría ser la tercera y definitiva excavación que sacaría a la luz más pruebas de lo que fue una gran vil.la rustica.
Benicató es testimonio de una época de la que apenas tenemos restos arqueólogicos en nuestra zona y que pone en evidencia el poco interés cultural que nos rodea.
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