jueves, diciembre 24, 2009

NOCHEBUENA EN EL CIELO

El Padre Gáspar Mondéjar pasará esta Nochebuena en el cielo porque nos ha dejado del todo.
Desde que hace unos años empezó a perder capacidad visual también una parte de su alma pareció abandonarle. Considerablemente mermada la vista, su personalidad y carácter también cambiaron. Los que tuvimos la suerte de conocerle cuando estaba en plenas facultades no logramos entender qué había pasado después de la operación. Aunque seguía demostrando tener una memoria portentosa y seguía sabiendo hablar idiomas con fluidez (incluido el latín), una sombra le cubrió y sus pensamientos se volvieron recurrentes.
Cuando le conocí hace casi treinta años era un sacerdote fuera de lo normal. Tenía un don envidiable para conectar con todo el mundo, pero sobre todo con los que entonces éramos muy jóvenes. Fue el encargado de acompañarnos en las pascuas jóvenes durante varios años y su presencia era casi mágica. Estaba allí con una oratoria envolvente y llena de convencimiento y dulzura, pero sobre todo con una facilidad portentosa para dejarnos hacer. Abierto a cualquier sugerencia que le presentábamos, nos hacía sentir importantes en todas las celebraciones que, con su buen hacer, se convertían en inolvidables para los que entonces éramos adolescentes. Después ocupó importantes puestos de responsabilidad en la Orden Carmelita, como Provincial y Padre Vice-General en Roma, pero a pesar de la distancia física,nunca perdí el contacto con él del todo.
Hablamos por última vez hace justo tres meses. Me llamó, como solía, para felicitarme por mi santo y le encontré muy lúcido. Estaba contento y con el programa de fiestas de las rosarieras entre sus manos. Había logrado leer algún artículo del mismo y me volvió a demostrar que a pesar del tiempo y de la enfermedad seguía acordándose con cariño de mi ciudad, donde pasó muchos años.
No presentí que era la última vez que charlábamos pero el Niño Dios que vuelve a nacer esta noche ha querido que Gaspar comparta la mesa del Padre y estoy segura que, recobrada toda su capacidad verbal, deleitará a sus contertulios allá en el cielo.
Los que nos quedamos aquí, con el alma encogida por su partida, podremos darle un último adiós el sábado en Molina del Segura (Murcia), su querida ciudad natal a las 11´30.

2 comentarios:

Juan Gil dijo...

Merche: Está muy bien todo lo que dices. P. Gaspar dejaba ser libres, "dejaba hacer", como dices tú. Yo valoro mucho su inteligencia, laboriosidad, servicialidad y prudencia. Era muy sensato y pocas veces habrá errado. Sólo en el cielo seremos conscientes del grandísimo bien que nos ha hecho el contacto con él. Saludos. P. Juan Gil Aguilar.

Cristóbal dijo...

No vaig tenir la sort de conèixer al pare Mondejar però en llegir aquesta xicoteta nota necrològica he recordat que aquests Nadals passats va faltar un tia meua que era monja clarisa a Àvila i vull dir-vos que trobe, de vegades, una visió plena d'incomprensió de la gent cap al seu sacrifi i la seua elecció vital. Feia molts anys que no l'havia vist però el seu somriure encomanava i sobretot el seu positivisme. Molt lluny de la visió fosca que moltes persones per desconeixement tenen.