El aforismo horaciano que invitaba a abandonar el trasiego de las actividades de la ciudad y volver a saborear la tranquilidad del campo y al disfrute de la vida sencilla aparece en los tiempos que corren más trasnochado que nunca.
Dondequiera que vuelves la mirada te encuentras como valores fundamentales la rentabilidad y la globalización que extienden sus tentáculos a las áreas más diversas.
El abandono de las raíces que nos han llevado al estado de bienestar de nuestra sociedad es evidente por ejemplo en el trato hacia nuestras asignaturas y en general a las humanidades que son cuestionadas por poco "rentables" frente a otras tan exóticas para nuestra cultura como la lengua china.
Pero en otros sectores la cosa pinta igual o peor. A nivel de explotación agraria y en concreto en el de la naranja que conozco de primera mano, el que fuera durante décadas el motor y elemento básico de la identidad de nuestra tierra está en un momento de plena agonía y sin perspectivas de mejoría. El minifudismo practicado para humilde beneficio de las familias que cuidan durante todo el año los campos ha pasado a ser una carga tan onerosa que los campos dejan de ser cuidados por no poder afrontar los gastos que supone su cultivo. Las consecuencias de tal abandono empiezan a asustar a los ayuntamientos, que no piensan en resolver el problema sino que se limitan a preocuparse por las quejas de los agricultores que aún no han dejado perder sus propiedades y se van perjudicados por la miseria que pasa a adueñarse de los campos vecinos.
Y en tercer lugar, aunque no sé si no será el primer motivo de la crisis que se esconde detrás de las anteriores, la flaqueza de los valores morales y religiosos. Con pena hemos sabido que las Madres Domínicas de Vila-real que han vivido durante más de trescientos años en esta localidad van a abandonar su monasterio. La media de edad de las monjitas es tan alta que están todas para ser atendidas por jóvenes vocaciones que no llegan y que no permiten la continuidad del convento.
Beatus ille...? El consumismo, la explotación masiva a bajo coste, la rentabilidad como principio básico para el mundo actual no parecen acordarse ni acomodarse al famoso tópico. Como dicen por ahí "malos tiempos para la lírica". Ahora se lleva más el CARPE DIEM.
3 comentarios:
Però ja fa temps que va el carro pel pedregal!! Fa anys que la taronja no dóna cap perra i als polítics els dóna igual (almenys als dels partits majoritaris), que les vocacions religioses estan de capa caiguda (i el Papa no és un revulsiu, precisament) i que la societat es mou al ritme del "college virgo rosas" (a gaudir mentre es puga!!).
I no puc criticar-ho perquè jo sóc el primer que no vull saber res de cuidar horts familiars, ni d'entrar a un convent (encara que a voltes ganes no en falten), i només pense en viure el millor possible el temps que passe en este món. En lloc de "beatus" ens hem tornat "locus amoenus". jejje
Així que tens TOTA la raó!!! Malauradament...
qui procul negotiis.. i això que les dominiques estarien procul negotiis huius mundi (supose).
No sé de quina variant són les de Vila-real, però els dominics tenen tres lemes:
VERITAS = VERITAT
CONTEMPLARI ET CONTEMPLATA ALIIS TRADERE = CONTEMPLAR I PASSAR ALS ALTRES ALLÒ CONTEMPLAT.
LAUDARE, BENEDICERE, PRAEDICARE = LLOAR, BENEIR, PREDICAR.
La veritat és que els temps no conviden a la reclusió monacal, tot i que, en el tràfec d'aquest món, trobar un locus amoenus on poder estar procul negotiis és gairebé indispensable.
I curiosament les dues frases són horacianes, però, com bé dius, el carpe diem s'imposa, però amb una vessant més pròxima al "manducemus et bibamus, cras enim moriemur".
Tal vegada haguem de dir O tempora, o mores! i constatar que és més vigent que mai el panem et circenses i que pecunia regimen est unum rerum omnium.
Gairebé tots els dies ens adonem de què stultorum infinitus est numerus i vanitas vanitatum et omnia vanitas.
Respecte als valors quina gran veritat aquella frase: omnia mea mecum porto!
De tota manera nil desesperandum, perquè labor omnia vicit improbus i effugere non potes necessitates, potes vincere.
Així que sursum corda!
Qui habeat oculos legendi, legat.
Quod scripsi, scripsi.
Gràcies pel teu super clàssic i genial comentari. Les dites són un pou sense fons. Un abraç.
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