domingo, diciembre 12, 2010

A.V.E.I.S.


Que nadie se asuste al leer el título: aún no he olvidado del todo la ortografía del español. No se trata de la segunda persona del plural del pretérito perfecto, son las siglas de "adicciones, vicios e indiferencia social".
El detonante para empezar a darle vueltas a este tema ocurrió hace cuarenta y ocho horas. Desde entonces no dejo de pensar si la conversación que tuve con una adolescente fue o no pertinente. El adjetivo "pertinens" de evidente origen latino hace referencia a lo que se debe o no hacer, aquello que es adecuado o inadecuado y que puede comportar consecuencias negativas en caso de que hubiera sido mejor que no se realizara.
Las consecuencias negativas en este caso pueden perjudicar a los dos interlocutores: yo puedo lamentar por varios motivos la "amonestación verbal" (utilizando un eufemismo griego), y la amonestada puede reaccionar negativamente ante mis palabras, como me pareció entender al oír el portazo con el que "obsequió" al salir del aula.
Me gustaría creer que, como dice el prolífico José A. Marina en su último libro (La educación del talento) y copiando palabras de Kant: "Un principio del arte de la educación es que no se debe educar los niños conforme al presente, sino conforme a un estado mejor, posible en lo futuro..." Todo empezó a ocurrir hace un par de meses: salía yo de casa hacia el instituto sobre las ocho de la mañana cuando vi a una de mis nuevas alumnas consumiendo con pasión un cigarrillo. Pensé (y lo sigo pensando) que el vicio del tabaco no está erradicado en las nuevas generaciones: basta con mirar alrededor para encontrar individuos de doce años o poco más ejercitándose ya en el que ,con casi total seguridad, será su "compañero" inseparable de por vida. Pero volviendo a mi historia: me pregunté enseguida mentalmente: "¿dónde esconderá el tabaco en casa?" y me entristecí pensando en los problemas que le puede acarrear empezar tan joven a fumar. Por no entrar en más detalles sólo decir que su particular fisiología hace más preocupante aun el tema.
Total, que el viernes aprovechando la oportunidad de pillarla sola, la abordé con la cuestión y desde entonces ando pensando en mi "impertinencia". Su contundente respuesta y su actitud ante mi sugerencia de abandonar cuanto antes el vicio me hizo concluir que mi intromisión no fue oportuna. Se defiende con varios argumentos: fumar la tranquiliza, a su padre no le importa y su madre no se lo puede prohibir porque es fumadora, y para postre su maestra del parvulario también lo hacía.
Conclusión: si de pequeña ha ido viendo a su alrededor a personas con autoridad (educadora y madre) fumando sin pudor y en plena adolescencia ha querido verse mayor adoptando el ritual del tabaco, ¿qué hago yo planteándole el tema como un problema a resolver inmediatamente, antes de que sea tarde? Meterme en problemas, seguro. ¿Me recordará y maldecirá cada vez que vuelva a encender su cigarrillo? ¿se acordará de mi pobre madre y renegará de la mala suerte de tenerme tan cerca??
Y esto sólo acaba de empezar: adicciones y vicios sobre los que reflexionar no nos faltan y evidente negligencia por parte de los adultos a la hora de denunciarlos y ponerles freno menos. Afortunadamente con el año nuevo ya se avistan las normativas que harán más difícil seguir con el vicio, para bien de la salud de los fumadores y del resto de humanidad.
¿Quién me mandaría a mi ponerme a reflexionar sobre vicios y adicciones? Continuará...

9 comentarios:

Pedro Font dijo...

Estimada Merche (permite que me dirija a ti de este modo):

Quiero recordarte que los educadores no son amigos de los alumnos, son eso, educadores, del mismo modo que los padres deben ser padres y no amigos.

Lo digo porque tanto unos como otros deben ser capaces de aconsejar, incluso reprobar, las acciones o conductas de los alumnos o hijos, y el hecho de que unos no cumplan (los padres), no implica que los otros tampoco deban cumplir.

Entiendo que hiciste lo que debías, ya que aunque el fumar no sea materia de tu asignatura, el educador debe serlo completo, es decir en su materia y en la vida en general.

No te arrepientas de tu actitud, algún día te lo agradecerán y si no lo hacen pero para ellos.

Josico dijo...

Yo también me cruzo todas las mañanas con la panda de fumadores, ¿y qué le vamos a hacer? Creo que reñirles les hará sentirse aún más orgullosos de su comportamiento, y las buenas palabras por una oreja entran y por la otra salen.
Tu gesto fue noble y espontáneo, pero me temo que era predicar en desierto. No te sientas mal. A esos fumetas, me quedo con las ganas de soltarles una frase de mi padre: "¡¡Ya lo lloraréis!!".
(bueno, magistra, y felicitaciones por recomponer el diseño del blog)

carlos qajaq dijo...

Hola


leo tu experiencia con sentimientos muy encontrados.


hablo como padre , como ex fumador, e hijo de fumadores.

Por una parte es emotivo ese interes tuyo, hacia el alumno. Bajo mi punto de vista hiciste lo correcto. Puede que te perdiesen las formas, pero te habla un troll de la diplomacia :)


Personalmente aquello de "tu lo haces, y no me puedes decir nada......" no me vale. Tambien es verdad que como padre, intento educar, proyectando un ejemplo....... pero los niños cuando se convierten en adolescentes, tambien deben comprender que su papi, no es ideal como Emilio Aragon en médico de familia. Y lo interesante es aprender de los errores en cabeza ajena.



Tambien quiero pensar que como educador (padre) hay que partirse el cobre por nuestros hijos........pero llega un momento, que tambien debes dejar que se peguen batacazos en la vida. Tienes que luchar.....pero tambien debes ver cuando ha llegado el momento de decir "vale chaval, pegate la hostia". Hay que cosas, que por desgracia suelen aprenderse por uno mismo.


En este caso, lo lamentable, es que el tabaco te va jodiendo tan lentamente que no te percatas de sus efectos. Tambien es triste que un menor tenga tanta facilidad para comprarlo

merleta dijo...

Gracias a todos por vuestras palabras y reflexión sobre el post. Sé que el tema del tabaco y su adicción es muy delicado. Está demasiado asumido que es un mal menor. Ante drogadicción o alcoholismo, el fumar es casi una costumbre a tolerar porque durante mucho tiempo así se hizo. Yo también he sido hija y nieta de fumadores y ahora esposa de fumador y he comprobado en vivo y en directo lo complicadísimo que es dejar el vicio cuando se ha adquirido. Por eso mismo intenté hacer reflexionar a una menor de las consecuencias negativas que puede tener la adicción, pero como todos coincidimos: la responsabilidad última no es mía y si hace oídos sordos a mi consejo, ya es su decisión y más si está apoyada por sus padres. De nuevo, gracias por hacerme sentir que no estoy sola en la lucha.

Cristóbal dijo...

Solo llevo dos días entrando en el blog y estoy lleno de alegría. He leido los dos A.V.E.I.S y el significado de Sabio. Estoy deseando leer mucho más. Por cierto, como educador considero pertinente tu intervención, tal vez tu alumna necesite madurar o reflexionar con más tiempo. Tus palabras no le molestaron, como muchos y muchas adolescentes sintió (quiero creerlo así) que una vez más una educadora le hacía ver un error, posiblemente fue eso lo que le hizo sentirse mal...

merleta dijo...

Cristóbal me alegra saber que te interesa lo que voy escribiendo en este blog en el que llevo ya varios años dejando caer mis "inquietudes". Como dice mi amiga y maestra Ana es muy difícil que un blog cumpla más de dos años, pero yo de momento (y a pesar de momentos de incertidumbre)lo mantengo y me honra que amigos como tu lo valoren. Un abrazo.

gorqui dijo...

Creo que la solución no es de regañar o hacer comentarios a nivel personal.
Es "más efectivo" hacer charlas de las consecuencias que acarrean.
De toda formas ¿es tan malo fumar?, pues que prohiban el tabaco, el alcohol y demás sustacias peligrosas.
Yo no soy fumador, mi padre lo fue y los amigos de mi alrrededor lo son.
De todas formas teneis herramientas para utilizarlas antes de tomarla con un alumno.
(POR EJEMPLO HABLAR CON SUS PADRES)

gorqui dijo...

Buenas tardes, no creo que sea el modo de resolverlo llamando la atención personalmente. Creo que se deveria hacer charlas a nivel global y que cada uno actue en consecuencia.
También saben, que si mantienen realciones sexuales sin procteción, cuales son las consecuencias y ahí tenemos las etadisticas.Han tenido que hacer una ley para que puedan abortar a los 16 años sin el permiso de sus padres.
Una de las soluciones es que prohiban el tabaco, el alcohol y demás sustacias.
Por cierto no fumo, mi padre era fumador, mis amigos son fumadores y en mi alrrededor son fumadores.

Saludos

merleta dijo...

Gracias, Gorqui, por tu comentario. En este caso no estoy nada convencida de haber podido solucionar el tema hablando con los padres porque creo que son conocedores y no les parece tampoco que fumar sea tan malo. Cada uno tiene su propia opinión y valoración de lo que yo considero un problema y otros no tanto, no??