El arte de imitar tiene dos posibles resultados: uno positivo y otro negativo. Ayer mismo vimos una realización que podríamos englobar en el primer resultado. Se trata de una fuente que fue inagurada anoche. Moderna y minimalista intenta imitar las ramas del sauce llorón con el que comparte una de las numerosas rotondas de Vila-real. El pobre árbol a duras penas ha resistido la interminable obra ayer inagurada y hace honor a su nombre en valenciano: arbre del desmai porque su aspecto ha empeorado durante los últimos meses y algunos pensábamos que no seguía vivo el día de la inaguración de la fuente.
Pero resultados negativos de la imitatio durante estos últimos días tenemos más: un encierro (a lo pamplonica) que se ha llevado buena parte del presupuesto de las fiestas y que ha ocasionado no sólo gastos sino enormes molestias para la ciudadanía, tanto para desplazarse a pie como en coche. Que en otras poblaciones de menor densidad de habitantes como Almazora o la Vall se celebren encierros no me parece suficiente razón para introducir semejante acto taurino con el despilfarro que implica.
Otra "imitatio" propia de ciudades grandes ha sido un tren de la fiesta. No sé qué parte de los 350.000 euros destinados a fiestas ha supuesto el vehículo en cuestión, pero las distancias que recorría era más rápido hacerlas a pie. Por no hablar del encierro infantil que si bien no supone mucho gasto si que tiene como objetivo perpetuar la deleznable fiesta nacional.
Quizá el secreto y la cuestión que se esconde detrás de todo es la juventud de un concejal festero que evidentemente presume de presupuesto y que en la antigua Roma no hubiera llegado ni a la más baja magistratura, pues incluso para la cuestura la edad mínima rondaba los treinta años y en ella debía demostrar la valía a la hora de gestionar el dinero público, cosa que evidentemente el joven Héctor Folgado no habría logrado.
3 comentarios:
Me encanta la foto de la fuente. Tendré que ir a verla, las fuentes son una de mis debilidades.
Te ha faltado una imitación que se ha dado estos días de fiestas. Ha sido imitar las celebraciones de los campeones cuando en realidad no se ha ganado nada. Me refiero al futbol. Creo que ha sido un éxito para el Vila-real quedarse segundo en la liga. Nada que objetar al esfuerzo, a los méritos desde la pequeñez (quizá no tanta como se dice)... Pero en el mundo clásico, que tú bien conoces, lo celebraban los campeones de los juegos. No todos eran vencedores, no todos recibían los honores después de la competición. Creo que todos los festejos (vueltas al pueblo, ofrendas de cara a la galería, recepciones políticas para tener fotos que den rentabilidad electoral, fuegos artificiales, invadir espacios de fiestas...) han sido también una imitación de lo que hacen los campeones. Solo ha faltado el subirse a una fuente, que está prohibido por ordenanzas municipales. Quizá no se ha hecho porque lleva consigo quitar el Mesón del vino. Tenía un amigo, ya falleció, que decía que los trofeos de los campeones morales no ocupan sitio en las vitrinas. Este año no se ha ganado nada, no hay nada que celebrar. Si algún día quedan campeones, ¿Cómo lo van a celebrar? ¿Pintaran de amarillo todas las calles?
Trobe que en una ciutat com és Vila-real, no té cap sentit un espectacle (si pot anomenar-se així) que paralitza la ciutat només perquè són festes. A més, l'argument més important utilitzat en la defensa del bou, és la tradició, i, resulta que a la nostra vila, no fou fins fa uns pocs anys, 30 o 40, així que ja no els queda cap argument per a mantenir aquest espectacle depriment en el que una colla de desaprensius, que generalment han pres drogues, corren davant i darrere del bou.
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